jueves, 24 de agosto de 2017

Así nació Ikalkim

ASI NACIÓ IKALKIN



La partera apenas podia caminar por esas calles de piedra, pero Alicia le mandó decir que ahora si ya nacería el chamaco. Con esta eran 5 veces que iba a verla y solo eran vueltas en vano. había tenido otro trabajo de parto por la mañana y la verdad andaba fastidiada. Ademas el padre del niño que nacería era chofer de un camión repartidor de cerveza, salia de viaje y a veces duraba tres o cuatro días fuera del hogar. Tenia el presentimiento de que Alicia no tuviera el dinero para pagarle y eso le molestaba. Faltaban pocos metros para llegar cuando por poco se la llevan en su loca carrera una niña de cuatro años y un niño como de dos. No pueden educar a dos y todavía quieren mas escuincles, nadamas traen criaturas a este mundo a sufrir. Ahora estas viejas son cabronas, tienen hijos de un padre y de otro y de otro, no se como se atreven a hacer eso, a mi me daría asco. Cuando Alicia la vio entrar se le llenaron los ojos de alegría, -¡Ahora si Doña Lucha! Este cabrón que no quiere nacer pero ahora  si. Ya no aguanto los dolores y son cada vez mas frecuentes... Ayúdeme por favor. La partera se le quedo viendo sin inmutarse, sin sentir un poco de lastima por aquella mujer que no paraba de quejarse, estaba tan acostumbrada esos gritos que no le causaba ningún sentimiento. Caminó solo unos pasos y observo los trastes que le podían servir. Tomó la bandeja donde se hacían los tamales, un lavamanos viejo de aluminio y un pocillo grande de peltre en el que puso a hervir agua. El fogón tenia brasas y solo las avivó un poco y le puso mas leña. -Quítate los calzones y súbete las enaguas... Y ya cállate que me pones de nervios. La madre no dejaba de gritar, era su tercer embarazo pero nunca había sentido tantos dolores. El pequeño cuarto olía a humedad, a orines, a leña quemada y se encontraba todo desordenado. Todavía colgaba de una viga la cuna que habían usado para el niño. Un pequeño buró y la mesa donde comían se encontraba llena de polvo. El agua comenzó a hervir y la partera ya había acercado el lavamanos y la bandeja, le puso un poco de agua fría y un poco de agua caliente y la puso cerca de las piernas de Alicia.  Ella pensaba en su pareja le dijo que iba a estar con ella en el alumbramiento pero salio muy temprano a dejar un pedido. Pensaba en que ese hijo seria la piedra que faltaba para ya quedarse con ese varón y formar una familia. Era un buen hombre y quería mucho a sus hijos aunque no eran de su sangre. Ella sintió como Doña Lucha le abría con fuerza la piernas. -Puja fuerte y no grites porque sacas el aire. Puja, puja! Alicia sintió como se le desprendía algo del cuerpo. Se escucharon dos nalgadas y después el llanto del bebé, le cortó el cordón umbilical con unas tijeras que usaban para la costura y  lo envolvió en una sabana vieja, lo colocó en la mesa y comenzó a limpiar los ojos, la boca y los oídos. Después lo metió en  el lavamanos, lo baño, lo envolvió en una sabana y se lo puso a Alicia en un costado de la cama. -Ten tu chamaco. Tienes dinero para pagarme? Alicia solo movió la cabeza indicando que no, estaba exhausta. Solo atinó a decir con una leve voz - Cuando venga mi marido. Pero doña lucha que ya iba en camino a su casa no la alcanzó a escuchar. Así Nació Ikalkin

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 Desde que vi la luz la busqué, era una mujer hermosa pero no me amaba. Agonizando abrí los ojos, la vi y me curó. Me amó toda su vida.